domingo, 21 de junio de 2015

¿POR QUÉ CALLAN LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS?

Ya en el capítulo de la dinámica del abuso sexual hablé de las amenazas del ofensor para mantener el secreto.  Aquí hablaré desde el punto de vista de los niños/as.

Al vivir una experiencia de abuso sexual una supondría que los niños/as lo reportarían, y no es así.  Con mucha frecuencia las mamás me preguntan, “¿y por qué no dijo nada, no gritó o no se defendió? ¿Por que no me lo contó cuando nos vimos?”

Las maneras como responden los niños a la experiencia traumática tiene fundamentos o razones, refiere Ncube (2010). Esto está basado en lo que el o la niña valora: puede ser un sueño, una esperanza, o una visión de cómo podría ser la vida. Una niña puede guardar silencio al haber vivido abuso por algún miembro de la familia porque valora  a la familia, o la paz o las relaciones familiares. En mi experiencia los niños/as  se dan cuenta de los problemas que hay en casa y un motivo para el silencio es que  no quieren que su mamá se ponga triste, a lo que yo  pregunto porqué les preocupa que su mamá se ponga triste y generalmente tiene que ver con el cariño, porque la quieren. Valoro ante la niña y su madre la preocupación que tiene por su madre y le pregunto que de dónde lo aprendió. A veces me dicen que no saben y a veces señalan a la mamá.

Los niños/as callan por muchos motivos, y estos motivos tienen fundamentos y razones o motivos, como ya lo mencioné. Además, si el sexo es algo de lo que no se habla en casa, ¿cómo se atreverá a abordar el tema que siente como prohibido? Algunos niños/as ni siquiera tienen un lenguaje para ello, ya que los genitales nunca son nombrados o si lo hacen es con muchos nombres menos los reales.

Además, si se les dice a los niños-as que no se dejen tocar “sus partes”, temerán que los regañen por haberlo "permitido o desobedecer" cuando en realidad no tienen muchas opciones y hacen lo que pueden para protegerse, muchas veces sin resultado porque la persona que abusa es mucho más fuerte en muchos sentidos (tamaño, edad, comprensión, autoridad, jerarquía, etc.).

La manera como se conduce el ofensor a escondidas, sabiendo que lo que hace está mal, le transmite al niño-a esa sensación de que algo malo está ocurriendo y se siente culpable por participar, aun cuando el ofensor sea amable en sus explicaciones del porqué hace lo que hace, refiere Curtois (1988) y no intimide abiertamente, la presión por el secreto comunica que algo está mal y que es peligroso hablarlo.

A veces son amenazados de muchas maneras para que guarden silencio. Si un adolescente le dice a un niño de 8 años que no volverá a jugar con él, para un niño es suficiente, sobretodo  si es un niño solitario y si no tiene mucho apoyo de los padres y quiere y admira al adolescente.  En otras ocasiones solo dicen “si dices algo nadie te va a creer” o “le pego a tu mamá”. Para los adultos puede no ser una amenaza pero si lo es para los niños y niñas sobre todo si son pequeñas/os.

Una vez una niña me contó que su papá le dijo que iba a matar a su mamá si decía algo. Y a otra adolescente le dijo su papá que si decía algo, lo iba hacer con sus hermanas menores. Los niños-as lo creen y guardan silencio. Y generalmente su invención es proteger y esto suele pasar desapercibido. Reconocerlo es de mucha utilidad y mantiene a la criatura unida en vez de separada.

Cuando el abuso sucede en la noche, que alguien se mete a su cama, no saben si lo soñaron o no, si fue real o no, y eso hace difícil que lo hablen porque no están seguras.

A veces los niños-as no tienen claro lo que sucedió hasta que llegan a la adolescencia, que empiezan a escuchar sobre los comportamientos sexuales adecuados o no. Las niñas al crecer y fijarse en los muchachos, temen hablar de ello porque ya le escucharon los conceptos de "virginidad y pureza" y que las que se dejan tocar son "malas mujeres" y todos esos convencionalismos sociales y no quieren ser juzgadas así. Algunas me han dicho que no saben exactamente qué les pasó porque estaban muy chiquitas. 

Los niños han aprendido todo lo que debe de ser un hombre y que el tocamiento entre hombres es de homosexuales, con toda la connotación negativa de éste término, y ante ese temor, no dicen nada. Aun que aparentemente la sexualidad es cada vez más liberal, es sorprendente como prevalecen estos conceptos en la sociedad en que vivimos.

También temen a las consecuencias de hablar como la separación o en encarcelamiento de los padres o familiares, la situación económica, los juicios y las críticas, los problemas que puedan resultar de todo esto y no lo desean.

Otro motivo importante es la relación con el ofensor.  Si es muy cercana, si la niña disfruta también de buenos momentos con el ofensor, le es más difícil.  A veces les dicen que no digan nada porque si lo mandan a la cárcel, a ella no le va a gustar verdad.

Y en algunas ocasiones el miedo por la amenaza.  Si hubo violencia o amenaza para que accedieran  temerán que sean cumplidas si lo reportan.

Es común que una vez destapado el abuso, las niñas y los niños se retracten y digan que no es cierto, que todo lo inventaron.  Los motivos que dan es que estaban enojados o querían separar a los papás porque no se llevan bien, por ejemplo en casos de violencia, estas generalmente son sugerencias hechas en el interrogatorio por la persona que está haciendo las averiguaciones.  Pienso que esto se deriva de la creencia de que los niños mienten. Los y las niñas mienten para protegerse de cosas cotidianas como el porqué no hicieron la tarea, o tomaron el dinero que estaba en la mesa pero no ante estas situaciones donde generalmente buscan ayuda.

Recuerdo una jovencita de 13 años. Su papá abusó de ella desde los 3 años.  El abuso se destapó cuando en la escuela, en sexto grado le hablaron de la menstruación y relaciones sexuales. Después de muchos trámites ella finalmente se retractó.  Los familiares le decían que no debía hacerle eso a su propio padre (meterlo a prisión) que él estaba arrepentido y hasta estaba en una religión.  Ella terminó retractándose por la “unión” familiar. 

Es muy importante conocer los motivos porque la niña calla porque estos tienen un fundamento que generalmente no es reconocido.  Este fundamento tiene que ver con lo que consideran valioso. Se ha descalificado mucho el que los niños quieran proteger a su madre, se les llama “hijos parentales” y se deja de lado los valores, las convicciones y el cariño a su madre de este niño o niña para hacer lo que hace. Además olvidamos las habilidades que puede adquirir durante ese tiempo que se encargó de la familia y reconocer esto puede ayudar a balancear la situación. Si desconocemos esta parte, dejamos a la niña con la experiencia traumática solamente y la sensación de aislamiento, y la culpa por no decir.

Por eso es muy importante buscar y poner atención a las respuestas de las niñas, nos dice Ncube (2010) y hacer lo posible para que nos cuenten sobre ello.  Cuando las niñas se dan cuenta de sus respuestas ante el abuso, se sienten menos inútiles y menos devaluados. Dejan de verse como víctimas pasivas y sin poder ante el abuso, y descubren que pueden tomar acciones para cambiar las circunstancias y reclamar sus vidas del abuso.

Cuando les pregunto a las niñas si ellas le dijeron a la mamá y asienten, les pregunto si fue fácil o difícil, a veces dicen que fácil otras que difícil y “¿cómo se le llama a atreverte a hacer algo difícil? y me dicen que ser fuerte o valiente y les digo "chócala por valiente” y chocamos las dos manos, es lindo ver cómo sonríen y se van soltando. A veces hay que insistir, en otras ocasiones les pregunto si se quedaron quietos, me dicen que si, ¿por qué? les pregunto, aveces dicen que no saben otras que tenían miedo y lo les pregunto si miedo a que les fuera peor, y me dicen que si, y les pregunto si es que esa es una forma de defenderse, y me dicen que si.  Me han dicho también que vieron feo al agresor, y esta es otra acción para tratar de detenerlo o decir que no están de acuerdo. Y luego les pregunto sus razones, y me comentan que está mal que así le enseñaron y pregunto quien y de esta manera va disminuyendo sensación de soledad y aislamiento al conectarse con las personas, generalmente la madre, que le enseñó lo que está bien y lo que está mal.

Podemos concluir que con el silencio, las niñas tratan de: prevenir la experiencia traumática, minimizar o modificar los efectos de la experiencia del abuso, tratar de que pare, o proteger a otros ya sea a la familia para que no se separe, a las hermanas menores, a la mamá de la tristeza, al padre de la prisión. Y todo esto está relacionado con sus valores, convicciones, ideales, deseos, intenciones y todo lo que a los niños y niñas les parece importante.


CURTOIS C.: Healing the incest wound. Norton & Company 1988. USA
NCUBE N: The Journey of Healing: using narrative therapy and map-making to respond to child abuse in South Africa. En The International Journal of Narrative Therapy and community work 2010 No. 1. Dulwich Centre Publications. Australia

domingo, 24 de mayo de 2015

SUGERENCIAS PARA COMENTAR CUANDO LOS NIÑOS REPORTAN ABUSO SEXUAL

Los niños no suelen ver las cosas como un abuso. Por lo menos no lo llamaban antes así. Reportaban que alguien los había tocado “en sus partes” o “ahí abajo”. Ahora con la amplia difusión en los medios de comunicación es posible que ya lo reporten como abuso. Recientemente se le está poniendo atención a esta situación pero desgraciadamente se tiende a generalizar y a poner más atención al posible trauma. No digo que no pueda ser traumático para los niños y niñas pero depende de las circunstancias, del agresor, de la edad que tenga, si le creyeron o no y de muchos otros factores.

Estas sugerencias nacieron para apoyar a las estudiantes porque no tenían mucha información clara al respecto, desgraciadamente sobre estos temas poco o nada se enseña en las escuelas. Yo he propuesto lo siguiente y no tiene que ser en ese orden. Después lo llegué a comentar con las madres que acuden a consulta y les ha parecido útil. Una cosa es tener esta información como base y otra a la hora de conversar con las personas.

  1. CREERLE AL NIÑO-A: Esto es muy importante, no importa si dijo que fue su papá, su abuelo, hermano, profesor o sacerdote. Los niños no mienten en estos asuntos. Mienten para protegerse, por ejemplo si se pelean o si tomaron dinero que no debían.  Aquí más bien buscan ayuda. El que se haya animado a decirlo es porque hay confianza con la persona a la que se lo revelaron que puede ser una amiguita, una maestra o a la mamá.
  2. LA MADRE NO TIENE LA CULPA DE LO QUE PASÓ, la responsabilidad es de la persona que tocó a la criatura y la madre no es responsable de ello, no importa si está jugando baraja, trabajando o se prostituye, nadie debe aprovecharse de que el niño-a no tenga un adulto a su lado, si es así, hay que protegerlo no abusarlo. Es importante compartir esto con la madre para que lo sepa, ya que con facilidad suelen acusarla.
  3. “FELICITAR”[1] AL NIÑO-A POR SER TAN VALIENTE AL DECIRLO. Generalmente esto es lo primero que hago para que la niña se sienta cómoda y se vaya relajando. Ya hemos comentado que muchas veces los niños-as son amenazados, otras veces se les seduce diciéndoles que es “nuestro secretito” y otras no dicen nada pero el niño-a siente que algo está mal y aun así lo dice. Realmente es un acto de valentía que lo reporte y como ya mencioné, indica buena comunicación. A veces trato de ampliar esto preguntando a las niñas si lo pensaron mucho o no, si fue difícil decirle a su mamá o a quien se lo hayan dicho y pregunto si esto es un acto de valentía o cómo lo llamarían. Generalmente me dicen que es de “valientes” y les pregunto que de quién creen que aprendieron a ser valientes, o que quién más es valiente en la familia. 
  4. INVESTIGAR LAS RESPUESTAS: También es importante investigar qué hizo la niña, cómo respondió ante la experiencia, es decir, si se quedó quieta, si hizo cara de disgusto o el haberlo dicho  a alguien a pesar de que a veces hay amenazas.  Esto es muy importante, refiere Yuen (2007), para resaltar las acciones de la niña, lo cual ayuda a disminuir la identidad de víctima y a resaltar las habilidades de la niña, también impide que se disocien las memorias (White 2006) al traer al presente los esfuerzos de la niña. Nadie es recipiente pasivo de la experiencia, las personas siempre reaccionan ante lo que les pasa y esta reacción tiene que ver con o que consideran valioso e importante. Algunas niñas me han dicho que se quedan quietas para que “no les vaya peor”.
  5. “FELICITAR”[2]  A LA MADRE POR CREERLE A SU HIJO-A. Es difícil para una madre escuchar algo así.  Las culpas es lo primero que aparece, el deseo de pensar que la criatura malinterpretó o inventó lo que pasó. A veces es más fácil pensar que la pareja, hermano o familiar no es capaz de hacer una cosa así, por eso tiene mérito creerle al niño-a. Yo les pregunto a las mamás que porqué le creyeron a su hija y ellas me dan las razones y luego les pregunto que piensan de eso y generalmente les gusta.

  1. EL ABUSO SEXUAL NO TIENE NADA QUE VER CON LA HOMOSEXUALIDAD. La mayoría de los agresores son hombres y la homosexualidad no tiene nada que ver. Es un mito, decir que a los homosexuales les gusta “manosear” niños. En mi experiencia de tantos casos que he visto, en 19 años, solo en dos ocasiones eran personas diferentes: tipo amanerados o travesti. Todos los demás y que ya son muchísimos, son hombres catalogados como “normales”: padres de familia, maestros, profesionistas, sacerdotes, tíos, hermanos.  El niño, aunque sea abusado por un hombre no se va hacer homosexual por este hecho. Cuando no se desmienten esas ideas tradicionales resulta muy confuso, sobre todo al ir creciendo, porque empiezan a escuchar que “hombre con hombre igual a gay” o que “los que lo hacen con otro hombre son raros” y entonces se preguntan qué pasó con ellos, o si ellos entran en estas características y se angustian mucho.

  1. NI CON LA VIRGINIDAD. Cuando el abuso le pasa a las niñas, generalmente la familia se preocupa mucho y quiere saber “hasta dónde llegó el abusador”.  Hacen preguntas a sus hijas, quieren que describan con detalles…por temor a la penetración y la consecuente pérdida de la virginidad. Aquí aprovecho para preguntarles porqué les preocupa eso, y me miran sorprendidas/os. Entonces empezamos a conversar sobre si de veras creen que la niña “vale menos” por eso que le pasó o de los temores que tengan. Por lo tanto es muy importante entender que haya pasado lo que haya sido, la niña no pierde su virginidad. Les comento que esto es un arrebato, no una donación de sí misma.

  1. QUITAR CULPAS AL NIÑO-A: Los niños generalmente se sienten culpables por haber participado y es muy importante que entiendan que la única persona responsable es quien lo tocó. Un adulto sabe lo que hace y en esta ocasión se equivocó y “la regó gacho”. No se trata de satanizar sino de responsabilizar. Los niños-as nunca tienen la culpa, aunque lo hayan disfrutado o hayan dicho que aceptan o hayan buscado al adulto.  Si esto último sucedió es porque los niños-as buscan afecto y cariño no sexo.  A veces son compensados con dinero o dulces, cosas que los niños desean. Si no se alejan de esa persona que los toca de una manera que a ellas no les gusta puede ser por los privilegios ofrecidos y no porque busquen sexo.

  1. HABER DISFRUTADO del contacto no quiere decir que aprueben lo que pasó o que dieron consentimiento. Tampoco tiene que ver con la homosexualidad.  Simplemente  un cuerpo sano reacciona cuando es tocado con delicadeza y porque a veces es ofrecido como un juego. No se diga si ambas partes son menores de 12 años. Es muy importante señalarlo porque disfrutar crea muchas culpas.

  1. LO QUE PASE CON EL OFENSOR ES RESPONSABILIDAD DE LOS AUTORIDADES: Los niños-as se angustian de saber si van a meter a la cárcel a su familiar o conocido o si la familia se separa y se sienten culpables por haber hablado y creen que son responsables. Es importante conversar de que hablar fue lo mejor que pudieron hacer. Yo les pregunto cómo se sienten de haber hablado y de que les creyeran y siempre me dicen que mejor, a veces se ponen tristes y preocupadas por lo que pueda pasar. Yo comento que las consecuencias que de ahí se deriven dependen de las personas adultas. Tocar sexualmente a un niño-a no es correcto. Y quien lo haya hecho, sobre todo si se trata de un adulto. Algunas familias quieren denunciar y las autoridades se encargarán.  Y si el adulto va a prisión no es porque hayan hablado, sino porque cometió un delito.  Aunque si no hubo penetración para la ley es un delito menor y no va a prisión, se paga la multa en la mayoría de los casos y salen. A veces la situación legal es muy difícil, no hay que perderse en enojos y deseos de venganza sino en asegurarnos de que el niño-a está bien y salga adelante. Vale la pena meter la denuncia teniendo claro que no es indispensable para la mejoría del niño y que son procesos lentos. Algunas madres me han comentado que les sale caro porque son muchas vueltas y mucho papeleo. Antes yo animaba a las personas a denunciar, ahora busco que actúen en base a lo que crean conveniente y les comento la experiencia de otras personas.
  2. ENSEÑARLE AL NIÑO QUE EL CUERPO ES PRIVADO.  A veces los niños se quedan estimulados de sus genitales y tienden a tocarse o quieren tocar a otros, es importante enseñarles que pueden tocar su cuerpo pero en privado (su cuarto o el cuarto de baño) y que por ningún motivo deben tocar a otros en sus partes privadas o genitales ya que éstos son hermosos y no son juguetes. Cada familia transmite sus valores en relación a la sexualidad.
  3. ENSEÑARLES LOS TIPOS DE CARICIAS; en general, podemos explicar que existen cuatro tipos de caricias o tocamientos. Es muy importante invitar a los y las niñas a que vean como se sienten con cada uno porque eso les dará la pista de qué está pasando. Esto es una sugerencia no un mandato o regla.
TIPOS DE CARICIAS

Tipo
Ejemplo
Me siento
Tiene que ver con
Limpieza
O
Higiénicas
Cambiar pañales
Ayudar a limpiarse en el baño
Ayudar a bañarse
Ponerte una inyección

Limpio/a

Contenta/o

La inyección duele
Limpieza

Salud
Positivas
Besos en el cachete
Abrazos
Palmadas
“piojito” en la cabeza
masajitos en la espalda
Bien
Querida/o
Contento/a


El cariño

La amistad
Negativas
Pellizcos
Patadas
Golpes
cachetadas
Enojado/a
Molesta/o
Mal
Triste
Con ganas de vengarme
Violencia
Maltrato
Secretas
(a escondidas o bajo amenaza)
Besos en la boca
Besos con lengua
Tocar los pechos
Tocar genitales
Sucia/o
Con vergüenza
Culpable
Mal
Triste
 Abuso Sexual
Eróticas
Besos en la boca
Besos con lengua
Tocar los pechos
Tocar genitales

Contenta/o
Excitada/o
A gusto
Satisfecha/o
Relación de Pareja
Relaciones en común acuerdo
Relaciones entre adolescentes mayores y adultos




13.- CONVERSAR QUE EL CUERPO ES HERMOSO y que nada ni nadie lo puede ensuciar,  el que se ensucia es quien actúa mal. O los valores que tenga cada familia sobre el cuerpo, la sexualidad. Puede hacerse cuando los niños destapan el abuso o desde antes.

14.-GENERALMENTE NO NECESITA TRATAMIENTO.  Una vez que al niño-a le creyeron, se libera y generalmente su comportamiento es igual al que era antes del abuso. Lo más importante y terapéutico es creerle y decirle que no hizo nada vergonzoso.

15.-AL SOSPECHAR ABUSO SEXUAL SE DEBE PREGUNTAR DIRECTAMENTE. Si hay sospechas en el comportamiento de un hijo-a  es conveniente preguntar directamente: ”hijo-a alguien te está tocando de una manera que no te guste”? “¿Alguien te está haciendo sentir mal, o lastimando?” Generalmente los niños-as lo dicen, hay que hacer énfasis en que no se les va a regañar.

16.-LOS NIÑOS-AS SALEN ADELANTE. Una vez que la criatura siente que le creyeron y que la responsabilidad es de otra persona, que su cuerpo está limpio, que no tuvo la culpa, es suficiente y no se le hace “trauma”, éste se hace cuando se quedan  callados o no se les cree.

17.-¿POR QUÉ SE DEJAN LOS NIÑOS?  Porque no entienden lo que está pasando, porque creen que deben obedecer a los adultos en todo, porque tienen miedo, porque el adulto representa autoridad, porque a veces les dan dinero, dulces o privilegios.


Insisto, estos son tips informativos, no lo trabajo así con las personas, de cada punto se pueden obtener largas conversaciones.






[1] Más que felicitar sería importante platicar con el niño/a sobre qué la animó a decirle a su mamá. Y explorar esa confianza y no darla por sentado.
[2] Conversar con la mamá sobre los efectos de esto. Si creerle a su hija/o le ayudó a su criatura, y la relajó. Se que no es lo mismo creer si fue el papá que el vecino…y no es lo mismo escribir brevemente sobre esto que platicarlo.