domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Qué es una violación?

Para trabajar con personas violadas es importante reconocer que es un delito que sufren las mujeres desde hace mucho tiempo. Si, es un delito, una fusión de sexo y violencia, no es una seducción o provocación, no es tampoco un deseo inconsciente, es un abuso de poder, de alguien más fuerte, un hombre, a alguien considerada por éste como más débil o de segunda clase.  Es un crimen muy antiguo que "priva a la víctima del control y la decisión" según he leído, pero las mujeres me han enseñado que SI pueden elegir, es decir, puede que no tengan el control para evitar que suceda pero siempre intentan hacer algo y sobre la marcha van decidiendo qué hacer para evitar en lo posible el máximo daño .  No tiene justificación y no es merecido.  A veces lo justifican en el mito de que NO significa SÍ, lo escuchamos hasta en las canciones en la radio.  La violación es una experiencia traumática aunque no se consuma y “solo quede en el intento” como a veces se quiere minimizar,  deja a la persona en un estado de miedo y desconfianza. Es increíble cómo se minimiza el delito si la mujer logró defenderse y que no sucediera. También he aprendido que las mujeres van dándose cuenta de que no es su culpa porque es un ataque. 

En algunos aspectos, trabajar con una persona violada es parecida a l trabajo con personas sobrevivientes de abuso sexual. Tienen situaciones en común y diferentes como ya lo expliqué cuando hablé de definiciones.

Hay veces que después de una violación recuerdan un abuso sexual que no tenían presente. Entonces esto toma importancia principal, sobretodo si el agresor fue alguien cercano. El manejo es entonces el de una sobreviviente de abuso sexual y lleva más tiempo que si solo hubiera ocurrido la violación.

Recuerdo a una joven de 17 años que acudió a mí porque la habían violado.  Tras la primera sesión se fue muy tranquila y muy bien. A la siguiente cita llegó diferente, triste y cabizbaja, había soñado que su hermano entraba a su cuarto y le acariciaba las piernas mientras dormía. Le expliqué que después de una violación eso podía pasar, recordar o soñar cosas,  y que lo dejara en paréntesis e hiciera lo que necesitara para sentirse segura. Ella insistía en que no sabía si era realidad o sueño. Yo sabía que las posibilidades de que fuera real eran altas, pero no es conveniente sugerirlo, solo le comenté que era importante sentirse a salvo, y que si quería pusiera una botella en la puerta, si era real, ella se despertaría, si era un sueño, nada pasaría. A la tercera sesión llegó confirmándolo, en efecto, su hermano entraba al cuarto por la noche y ella asustada, se quedó quieta.

Es fácil que se piense “pero no le hizo nada, solo le tocaba las piernas” y no es así.  el abuso del poder está: como hombre, su hermano es más fuerte que ella, era el hermano mayor, más autoridad y entraba cuando ella dormía, abusa del estado de relajación e inconsciencia.

Cuando me llega una muchacha que ha sido violada (recordar la definición: cualquier acto sexual realizado con violencia, en la calle y por un desconocido) llegan días después buscando apoyo emocional y lo que hago es lo siguiente:

Juntas cuestionamos las ideas que dominan sobre las violaciones como la manera de andar vestida, y concluimos que ande vestida como sea, incluso,  al grado de que pudieran confundirla con una sexo servidora por su manera de vestir,  no es una invitación a que la violen, quizá a que le pregunten  “¿a cuanto el acostón?”, pero no violarla.  Y que andar sola en la noche o en la madrugada es una imprudencia no una invitación a la violación. Y si coquetearon,  coquetear es intentar ver que puede haber entre nosotros, no una sugerencia al maltrato.  Si fueron ingenuas y aceptaron  ir a un hotel a platicar “para que nadie nos moleste” y bajo la promesa de que no va a pasar nada, es ingenuidad o imprudencia o tontería no un deseo de ser violada. Es importante aclarar esto porque, en esta sociedad, generalmente el ir vestida de determinada manera, el andar sola por la noche, el coquetear, o el ser  ingenua se vuelven “agravantes” o “causales” de violación que solo las hacen sentir culpables, y no es justo.

Otro aspecto importante es el alcohol, si la mujer lo toma y vive una violación se siente muy culpable por haber bebido. es entonces muy importante aclarar que ni aun en estos casos son responsables, sobre todo si estaban muy alcoholizadas, ¿que claridad de juicio tienen así? Es un abuso de alguien que puede sobre alguien que no. Eres responsable del alcohol que consumes pero jamás será una invitación a la violación.

Recuerdo lo mal que llegó una señora de 60 años, muy deprimida y con ideas suicidas porque bajo los efectos del alcohol fue violada.  Ella se sentía muy culpable. La persona que la violó pudo irse caminando cuando ella estaba totalmente alcoholizada. Las culpas se fueron cuando reflexionamos juntas, que su estado no era una invitación a la violación y se fue tranquilizando y al sentirse mejor, se propuso no volver a tomar.  La señora mejoró muchísimo y toda la sintomatología depresiva desapareció.

Siendo médica, checo cuando fue la ovulación y en qué etapa del ciclo menstrual está para ver las posibilidades de embarazo, sobretodo cuando vienen semanas después, si  llegan dentro de las 72 hrs. ofrezco la anticoncepción de emergencia. Dicho sea de paso,  es muy raro, aunque a veces sucede, un embarazo a consecuencia de una violación.

Ver la posibilidad de infecciones para ofrecer tratamiento.  Las tranquilizo dicíendoles que el porcentaje de SIDA es muy pequeño según Adams y Fay (1989)  y si desean un examen, les doy una orden.

Permitir la expresión del enojo, es muy útil escribir una carta y quemarla después.

Explico la importancia de la denuncia y respeto cuando no quieren hacerlo, ciertamente a veces vuelven a ser victimizadas y si son bonitas, las insinuaciones de que lo provocaron no les ayuda mucho. La sociedad en que vivimos aun duda mucho de las mujeres que reportan una violación. Es curioso cómo dudan de que ellas hayan sido atacadas y no dudan de que a algunos hombres les gusta tomar a la fuerza a una mujer.

Si es mujer soltera  y adolescente que no ha tenido relaciones sexuales conversamos y desmentimos las ideas que hay  en relación a la virginidad.  Algunas tienen temores al respecto y otras no. De todos modos les digo que ellas siguen siendo vírgenes pues no se han entregado a nadie, fue un delito, un arrebato lo que sufrieron, fueron víctimas de la irresponsabilidad y la violencia de otro.  Además eso de  “perder” la virginidad no vale, les explico,  porque si yo “pierdo” ¿quién gana? O ¿quien me la encuentra? Se ríen. Estamos así creando una relación desigual y digo lo mismo si quedaron embarazadas.  Que sigan con su vida como la tenían planeada, dentro de lo posible, porque no será lo mismo si hubo o no embarazo.

Recuerdo una adolescente de 14 años a quien tenían planeado celebrar sus 15, yo le dije que si quería hacerlo lo hiciera, sin vergüenza porque ella no hizo nada malo  de lo que tenga que  avergonzarse. Y se los digo a los padres también.

Hago énfasis en que va a estar bien.  Si tiene pareja y quiere compartir para encontrar consuelo qué bueno, si no lo quieren hacer, está bien, no es algo que tengan que “confesar”.

Como generalmente sienten mucho miedo,  buscamos la manera en que pueda ayudarse a sentirse segura como por ejemplo dormir con la luz prendida, salir acompañada. Que haga lo que necesite hacer, no importa si parece ridículo como por ejemplo poner 10 o 20 pasadores en su puerta, lo importante es que se sienta a gusto, a salvo.

Asegurarles que el miedo y la inseguridad que sienten van a pasar y que sí se puede salir adelante.  A veces bromeo con ellas y les digo que no se les va a olvidar, porque me preguntan “¿se me va a olvidar algún día?” , amnesia no les va a dar pero si va a dejar de tener el impacto que ahora tiene.

Siempre insisto en que “de lo malo lo bueno” y les pregunto qué pueden aprender de la experiencia y generalmente se dan cuenta de que son más fuertes de lo que creían.

Una muchacha que fue violada por 4 tipos me dijo que menos mal que solo la habían violado, porque peor sería que la hubieran herido en la cara o en algún órgano vital.

Les ofrezco una copia del libro de Linda Braswell (1999), sin la portada porque en ella se lee “fui violada” y la persona no tiene que andarlo anunciando. En realidad el libro se llama Quest for respect algo así como la búsqueda del respeto. Yo tengo el libro y saco una copia para prestarla,  a veces me la devuelven y a veces no, lo bueno es que tengo el original.

Reflexionamos en las ventajas que tiene el tener un cuerpo sano como tocar a las personas en las que confía, disfrutar de los sentidos; vista, olfato, gusto, oído, movimiento. Que la vida no se arruina por la violencia del otro y que por muy mal que se sienta se va a recuperar.

La violación no la convierte en mercancía defectuosa porque su valor está en todo su ser no solo en esa “partecita”.

Cuando hay embarazo vemos las alternativas si lo quieren conservar o dar en adopción. Aveces ocurre un aborto espontáneo y esto puede ser un alivio y no hay porqué sentirse culpable, les digo, y checo porque las culpas son tan fáciles  de entrar. Es importante comprenderlas y no juzgarlas por haber rechazado al bebé, su cuerpo es sabio, mujeres que desean bebés también los pierden. La vida y la muerte son un misterio.

Cuando lo quieren dar en adopción, a veces se sienten muy culpables, reflexionamos que es un acto de amor a su bebé porque  esperan que encuentre un hogar donde puedan tener lo que ellas sienten que no le pueden dar. Que está bien que ellas acepten y reconozcan que no se sienten capaces de cuidarlo, porque les recuerda la violencia con que fue concebido.

Cuando lo desean conservar resalto la parte de ellas que está en su bebé, y si al principio lo rechazaron y después lo aceptaron, les ayudo a comprenderse:  y el bebé siente la aceptación que ahora sienten. Hago énfasis en que los bebés reciben también lo bueno, no solo lo malo. A todos nos pasó así recibimos lo bueno y lo malo de nuestros padres, y más que malo, son limitaciones, no hay nadie perfecto.

Si quieren abortar, aun después de ofrecer otras opciones, las comprendo, yo no soy nadie para juzgarlas y siempre les digo que pueden contar conmigo si lo necesitan después. No recomiendo lugares ni doy medicamentos para hacerlo porque no lo se y así me siento bien, pero me parece importante que no se sientan condenadas y que sepan que pueden contar conmigo para hablar si lo necesitan.
  
Cuando la violación sucede a un adolescente varón (es mucho menos frecuente, pero se empieza a dar, solamente he tenido una experiencia) aclaro que además de lo anterior no tiene nada que ver con la homosexualidad.



 ADAMS C. & Fay J.: Free of the shadows: recovering from sexual violence. New Harbinger Publications Inc. 1989 USA
BRASWELL L.  ¡Violada! Editorial Panorama 1999 México

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