Para trabajar con personas
violadas es importante reconocer que es un delito que sufren las mujeres desde
hace mucho tiempo. Si, es un delito, una fusión de sexo y violencia, no es una
seducción o provocación, no es tampoco un deseo inconsciente, es un abuso de
poder, de alguien más fuerte, un hombre, a alguien considerada por éste como
más débil o de segunda clase. Es un
crimen muy antiguo que "priva a la víctima del control y la decisión" según he leído, pero las mujeres me han enseñado que SI pueden elegir, es decir, puede que no tengan el control para evitar que suceda pero siempre intentan hacer algo y sobre la marcha van decidiendo qué hacer para evitar en lo posible el máximo daño . No tiene justificación y no es merecido. A veces lo justifican en el mito de que NO
significa SÍ, lo escuchamos hasta en las canciones en la radio. La violación es una experiencia traumática
aunque no se consuma y “solo quede en el intento” como a veces se quiere
minimizar, deja a la persona en un
estado de miedo y desconfianza. Es increíble cómo se minimiza el delito si la mujer logró defenderse y que no sucediera. También he aprendido que las mujeres van dándose cuenta de que no es su culpa porque es un ataque.
En algunos aspectos, trabajar
con una persona violada es parecida a l trabajo con personas sobrevivientes de
abuso sexual. Tienen situaciones en común y diferentes como ya lo expliqué cuando hablé de definiciones.
Hay veces que después de una
violación recuerdan un abuso sexual que no tenían presente. Entonces esto toma
importancia principal, sobretodo si el agresor fue alguien cercano. El manejo
es entonces el de una sobreviviente de abuso sexual y lleva más tiempo que si
solo hubiera ocurrido la violación.
Recuerdo a una joven de 17
años que acudió a mí porque la habían violado.
Tras la primera sesión se fue muy tranquila y muy bien. A la siguiente
cita llegó diferente, triste y cabizbaja, había soñado que su hermano entraba a
su cuarto y le acariciaba las piernas mientras dormía. Le expliqué que después
de una violación eso podía pasar, recordar o soñar cosas, y que lo dejara en paréntesis e hiciera lo
que necesitara para sentirse segura. Ella insistía en que no sabía si era realidad
o sueño. Yo sabía que las posibilidades de que fuera real eran altas, pero no
es conveniente sugerirlo, solo le comenté que era importante sentirse a salvo,
y que si quería pusiera una botella en la puerta, si era real, ella se
despertaría, si era un sueño, nada pasaría. A la tercera sesión llegó
confirmándolo, en efecto, su hermano entraba al cuarto por la noche y ella
asustada, se quedó quieta.
Es fácil que se piense “pero no
le hizo nada, solo le tocaba las piernas” y no es así. el abuso del poder está: como hombre, su
hermano es más fuerte que ella, era el hermano mayor, más autoridad y entraba
cuando ella dormía, abusa del estado de relajación e inconsciencia.
Cuando me llega una muchacha
que ha sido violada (recordar la definición: cualquier acto sexual realizado
con violencia, en la calle y por un desconocido) llegan días después buscando
apoyo emocional y lo que hago es lo siguiente:
Juntas cuestionamos las ideas que dominan sobre las violaciones como la manera de andar vestida, y concluimos que ande vestida como sea, incluso,
al grado de que pudieran confundirla con una sexo servidora por su
manera de vestir, no es una invitación a
que la violen, quizá a que le pregunten
“¿a cuanto el acostón?”, pero no violarla. Y que andar sola en la noche o en la
madrugada es una imprudencia no una invitación a la violación. Y si
coquetearon, coquetear es intentar ver
que puede haber entre nosotros, no una sugerencia al maltrato. Si fueron ingenuas y aceptaron ir a un hotel a platicar “para que nadie nos
moleste” y bajo la promesa de que no va a pasar nada, es ingenuidad o
imprudencia o tontería no un deseo de ser violada. Es importante aclarar esto
porque, en esta sociedad, generalmente el ir vestida de determinada manera, el
andar sola por la noche, el coquetear, o el ser
ingenua se vuelven “agravantes” o “causales” de violación que solo las
hacen sentir culpables, y no es justo.
Otro aspecto importante es el
alcohol, si la mujer lo toma y vive una violación se siente muy culpable por
haber bebido. es entonces muy importante aclarar que ni aun en estos casos son
responsables, sobre todo si estaban muy alcoholizadas, ¿que claridad de juicio
tienen así? Es un abuso de alguien que puede sobre alguien que no. Eres responsable del alcohol que consumes pero jamás será una invitación a la violación.
Recuerdo lo mal que llegó una
señora de 60 años, muy deprimida y con ideas suicidas porque bajo los efectos
del alcohol fue violada. Ella se sentía
muy culpable. La persona que la violó pudo irse caminando cuando ella estaba
totalmente alcoholizada. Las culpas se fueron cuando reflexionamos juntas, que su estado no era una invitación a la violación y se fue
tranquilizando y al sentirse mejor, se propuso no volver a tomar. La señora mejoró muchísimo y toda la
sintomatología depresiva desapareció.
Siendo médica, checo cuando fue
la ovulación y en qué etapa del ciclo menstrual está para ver las posibilidades
de embarazo, sobretodo cuando vienen semanas después, si llegan dentro de las 72 hrs. ofrezco la
anticoncepción de emergencia. Dicho sea de paso, es muy raro, aunque a veces sucede, un
embarazo a consecuencia de una violación.
Ver la posibilidad de infecciones
para ofrecer tratamiento. Las
tranquilizo dicíendoles que el porcentaje de SIDA es muy pequeño según Adams y
Fay (1989) y si desean un examen, les
doy una orden.
Permitir la expresión del
enojo, es muy útil escribir una carta y quemarla después.
Explico la importancia de la
denuncia y respeto cuando no quieren hacerlo, ciertamente a veces vuelven a ser
victimizadas y si son bonitas, las insinuaciones de que lo provocaron no les
ayuda mucho. La sociedad en que vivimos aun duda mucho de las mujeres que reportan una violación. Es curioso cómo dudan de que ellas hayan sido atacadas y no dudan de que a algunos hombres les gusta tomar a la fuerza a una mujer.
Si es mujer soltera y adolescente que no ha tenido relaciones
sexuales conversamos y desmentimos las ideas que hay en relación a la virginidad. Algunas tienen temores al respecto y otras
no. De todos modos les digo que ellas siguen siendo vírgenes pues no se han
entregado a nadie, fue un delito, un arrebato lo que sufrieron, fueron víctimas
de la irresponsabilidad y la violencia de otro.
Además eso de “perder” la
virginidad no vale, les explico, porque
si yo “pierdo” ¿quién gana? O ¿quien me la encuentra? Se ríen. Estamos así
creando una relación desigual y digo lo mismo si quedaron embarazadas. Que sigan con su vida como la tenían
planeada, dentro de lo posible, porque no será lo mismo si hubo o no embarazo.
Recuerdo una adolescente de 14
años a quien tenían planeado celebrar sus 15, yo le dije que si quería hacerlo
lo hiciera, sin vergüenza porque ella no hizo nada malo de lo que tenga que avergonzarse. Y se los digo a los padres
también.
Hago énfasis en que va a estar
bien. Si tiene pareja y quiere compartir
para encontrar consuelo qué bueno, si no lo quieren hacer, está bien, no es
algo que tengan que “confesar”.
Como generalmente sienten mucho
miedo, buscamos la manera en que pueda
ayudarse a sentirse segura como por ejemplo dormir con la luz prendida, salir
acompañada. Que haga lo que necesite hacer, no importa si parece ridículo como
por ejemplo poner 10 o 20 pasadores en su puerta, lo importante es que se
sienta a gusto, a salvo.
Asegurarles que el miedo y la
inseguridad que sienten van a pasar y que sí se puede salir adelante. A veces bromeo con ellas y les digo que no se
les va a olvidar, porque me preguntan “¿se me va a olvidar algún día?” ,
amnesia no les va a dar pero si va a dejar de tener el impacto que ahora tiene.
Siempre insisto en que “de lo
malo lo bueno” y les pregunto qué pueden aprender de la experiencia y
generalmente se dan cuenta de que son más fuertes de lo que creían.
Una muchacha que fue violada
por 4 tipos me dijo que menos mal que solo la habían violado, porque peor sería
que la hubieran herido en la cara o en algún órgano vital.
Les ofrezco una copia del libro
de Linda Braswell (1999), sin la portada porque en ella se lee “fui violada” y
la persona no tiene que andarlo anunciando. En realidad el libro se llama Quest
for respect algo así como la búsqueda del respeto. Yo tengo el libro y saco una
copia para prestarla, a veces me la
devuelven y a veces no, lo bueno es que tengo el original.
Reflexionamos en las ventajas
que tiene el tener un cuerpo sano como tocar a las personas en las que confía,
disfrutar de los sentidos; vista, olfato, gusto, oído, movimiento. Que la vida
no se arruina por la violencia del otro y que por muy mal que se sienta se va a
recuperar.
La violación no la convierte en
mercancía defectuosa porque su valor está en todo su ser no solo en esa
“partecita”.
Cuando hay embarazo vemos las
alternativas si lo quieren conservar o dar en adopción. Aveces ocurre un aborto espontáneo y esto puede ser un alivio y no hay
porqué sentirse culpable, les digo, y checo porque las culpas son tan
fáciles de entrar. Es importante
comprenderlas y no juzgarlas por haber rechazado al bebé, su cuerpo es sabio, mujeres que desean bebés también los pierden. La vida y la muerte son un misterio.
Cuando lo quieren dar en
adopción, a veces se sienten muy culpables, reflexionamos que es un acto de
amor a su bebé porque esperan que
encuentre un hogar donde puedan tener lo que ellas sienten que no le pueden dar.
Que está bien que ellas acepten y reconozcan que no se sienten capaces de
cuidarlo, porque les recuerda la violencia con que fue concebido.
Cuando lo desean conservar
resalto la parte de ellas que está en su bebé, y si al principio lo rechazaron
y después lo aceptaron, les ayudo a comprenderse: y el bebé siente la aceptación que ahora sienten. Hago énfasis en que los
bebés reciben también lo bueno, no solo lo malo. A todos nos pasó así recibimos
lo bueno y lo malo de nuestros padres, y más que malo, son limitaciones, no hay
nadie perfecto.
Si quieren abortar, aun después
de ofrecer otras opciones, las comprendo, yo no soy nadie para juzgarlas y
siempre les digo que pueden contar conmigo si lo necesitan después. No
recomiendo lugares ni doy medicamentos para hacerlo porque no lo se y así me
siento bien, pero me parece importante que no se sientan condenadas y que sepan
que pueden contar conmigo para hablar si lo necesitan.
Cuando la violación sucede a un
adolescente varón (es mucho menos frecuente, pero se empieza a dar, solamente
he tenido una experiencia) aclaro que además de lo anterior no tiene nada que
ver con la homosexualidad.
BRASWELL
L. ¡Violada! Editorial Panorama 1999
México
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