domingo, 25 de mayo de 2014

"Revictimización"

Puesto entrecomillado porque me parece un juicio con el que no estoy de acuerdo. Parecería que las personas que han vivido abuso sexual son catalogadas de esta manera como si fuera su culpa o su defecto sin entender por lo que han pasado, y las contribuciones de la cultura en que vivimos.

Tradicionalmente se dice que las mujeres pueden ignorar señales de peligro como la agresión o un autoritarismo extremo o estar más dispuestas a perdonar y olvidar un comportamiento abusivo, por que "desde hace mucho aprendió a evitar contacto con estímulos amenazantes en la espera de que el ofensor se redime a sí mismo" nos dice Briere (1996). Esta revictimización  puede incluir a) baja autoestima, que la hace creer que solo merece un trato abusivo, b) desvalidez aprendida porque aunque dijo no, de nada sirvió (en este sentido White 2006, refiere que es importante para la agencia personal resaltar lo que hizo la persona para resistirse cuando pasaron las cosas), c) dificultad para poner límites por lo ya mencionado.

 M. White (1995) hace una reflexión diferente.  Para él esta vulnerabilidad a caer en relaciones abusivas nace de dificultades en el área de discernimiento, es decir, la dificultad para distinguir el abuso del cuidado o la explotación del amor.  A las mujeres que han vivido abuso les es difícil discernir el abuso del cuidado al inicio de la relación y no les es posible ver las señales de peligro para poder confrontar el abuso y así poder tener la opción de romper la relación antes de que se establezca totalmente y se vuelva parte de su identidad. Puede sorprendernos esta dificultad de discernimiento, parecería fácil distinguir el amor del abuso pero, la mayoría de las personas abusadas  cuando niñas o adolescentes han tenido esta experiencia dentro de las instituciones que culturalmente han sido designadas como contextos de amor y de cuidado como la familia donde supuestamente es un lugar de amor y seguridad para las mujeres y los niños y casualmente es donde reciben más agresiones; las escuelas y las iglesias. En estas instituciones a veces se maltrata en nombre del amor, la educación o “por tu bien”. Vivir el abuso en contextos designados al amor y al cuidado, puede ser muy confuso y hace difícil la distinción. Además, nociones tan aceptadas en nuestra cultura como son los celos, entendidos como un indicador de qué tanto un hombre valora a su pareja mujer, o es tomado como un reflejo del grado de intensidad de sus sentimientos hacia ella. Se dice que los celos le hacen que la maltrate y si los celos son porque la ama…resulta bastante confuso. Las mujeres que han vivido abuso son muy vulnerables a este tipo de interpretaciones que son usadas por los hombres para justificarse y tener comportamientos abusivos. 

Esta reflexión me aclaró muchas cosas porque con mucha frecuencia se culpabiliza a la mujer de “no fijarse” con quien se relaciona o de que se involucran en relaciones con parejas violentas o porque sufren violaciones u otros tipos de abusos de autoridad, como puede ser en el trabajo. Además, si nos fijamos bien, además de los celos como una forma de manifestar el amor, también está la posesividad, se dice que que si el novio quiere estar a todas horas con ella es “porque la quiere mucho” cuando puede ser una buena dosis de control, o el que poco a poco la mujer se vaya aislando de sus amistades para “estar con él” porque eso “es amor”, así la mujer aislada no tiene con quien comentar o no hay otras personas que puedan contradecir lo que él le diga.  Los celos, la posesividad y el aislarse, son tres rasgos que he visto mucho en relaciones violentas en el noviazgo y que son interpretados como amor. Entendiendo esto podemos ver que esta “dificultad de discernimiento” de la que habla White es bastante común. Estas ideas se difunden por todos lados y las personas creen que no hay amor sin celos.

 Además hay situaciones reales y concretas que pueden impedir a una mujer dejar una relación abusiva: la economía, (sobre todo si ella no percibe un sueldo y tiene hijos chicos), la falta de apoyo social para mujeres en estas circunstancias, por ejemplo las guarderías son hasta los 6 años. No siempre cuentan con la familia de origen para que las apoye, y/o las amenazas que su pareja le haga, que son fácil de creer cuando están tan solas y aisladas de familia y amistades, o cuando te han golpeado y amenazado hasta de muerte. 

También he aprendido de las mujeres que me consultan, la facilidad que tienen para perdonar a la pareja y la dificultad para perdonar a la madre, hermana o amigas que las lastimaron, lo cual es muy probable que contribuya al aislamiento y a esta "revictimización". Pienso que es parte del entrenamiento cultural, que enseña a disculpar a la pareja por un sin fin de razones: porqué sufrió, de niño, porque no lo comprenden, y  hacen creer que el amor de la mujer, si es grande y constante, lo cambiará. Y sin embargo se difunden ideas de ser muy críticas y exigentes con otras mujeres, ya sea la madre, la hermana, vecina, amiga. Esta crítica a veces se lleva con lupa y ante cualquier desaire o error, se alejan de ellas, volviéndose más vulnerables en aislamiento y soledad. Ideas muy difundidas bajo el nombre de “amor”.

 Con estas ideas y dificultades de poyo es difícil dejar una relación y con facilidad se ganan la etiqueta de que se re victimizan, con toda la connotación negativa que esa etiqueta implica.

BRIERE J.: Therapy for adults molested as children. Springer Publishing Company 1996.USA
WHITE M.: Naming abuse and breaking from its effects. En Re-Authoring Lives: Interviews & Essays. Dulwich Centre Publications 1995. Australia. En español: Reescribir la Vida, Entrevistas y Ensayos. Gedisa editorial 2002. Barcelona



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