1.- MITO: El abuso sexual lo cometen personas desconocidas*.
REALIDAD: Del setenta y cinco al noventa y cinco por ciento de los ofensores son conocidos y/o tienen algún parentesco con ella.
2.- MITO: El abuso sexual es un hecho aislado, ocurre una sola vez. (por lo tanto no es la gran cosa)
REALIDAD: Es una situación que se desarrolla gradualmente con el tiempo en la que el abuso ocurre repetidamente*, generalmente escalando.
3.- MITO: Si solo pasa una vez no es gran cosa.
REALIDAD: Aun cuando ocurra una sola vez puede tener efectos traumáticos en la persona, o no, dependiendo de cómo se haya dado y de los apoyos que tenga o falta de estos. (Durrant & White 1993). y lo más importante, no debería ocurrir, nadie debería aprovecharse de su poder sobre alguien considerado con menos poder.
4.- MITO: El comportamiento sexual entre un niño y un adulto que no es violento, no daña emocionalmente al niño*.
REALIDAD: El abuso sexual no involucra violencia externa (golpes o heridas en la mayoría de las veces), suele ser sutil. Utiliza el abuso del poder traducido en seducción, manipulación, chantaje. Casi todas las personas que lo viven, sienten confusión, pena, culpa, enojo, y se perciben con lo que se suele llamar baja autoestima*. Para algunas personas es bastante confuso porque el ofensor es cariñoso, da privilegios y utiliza el “amor” como una práctica de poder, lo que es ventaja sobre una niña que tiene habilidades menos desarrolladas para resolver problemas y para poder distinguir lo que es o no es amor (Mann 2004).
5.- MITO: Los ofensores son viejos rabos verdes*.
REALIDAD: Estudios muestran que el ochenta por ciento cometieron el primer abuso antes de la edad de treinta años. Ryan y Lane (1997) refieren que en estudios hechos, la mitad de los ofensores adultos empezaron comportamientos sexuales abusivos antes de los 18. Niños menores de 12 años pueden abusar sexualmente de niños más pequeños que ellos, por ejemplo a un niño de 6 (Gil-Cavanagh 1993).
6.- MITO: Las niñas provocan el abuso sexual con su comportamiento seductivo*.
REALIDAD: El comportamiento seductivo es una consecuencia y no una causa del abuso sexual. La responsabilidad está en el adulto ofensor. Bass & Davis (1992).
7.- MITO: Si las niñas no quisieran, podrían decir: "no"*.
REALIDAD: Generalmente las niñas no cuestionan el comportamiento de los adultos, siendo convencidos por amenazas, sobornos, abuso de autoridad y/o seducción.
8.- MITO: Cuando un niño es abusado, el ofensor es homosexual*.
REALIDAD: La mayoría de los niños son abusados por hombres heterosexuales que no encuentran nada atractivo tener sexo con otros hombres. Generalmente son hombres los que abusan de niñas y niños, aunque en muy raras ocasiones las mujeres también pueden abusar sexualmente. Mi experiencia coincide.
9.- MITO: Cuando un niño y una mujer tienen sexo, si es la idea del niño, no es abuso*.
REALIDAD: El abuso sexual es un acto de poder en la que un adulto utiliza a un niño, para su satisfacción, el abuso es abuso, aunque lo haga una mujer. En caso de que fuera la idea de la niña, un adulto responsable diría NO y la orientaría o hablaría con sus padres o encargados.
10.- MITO: Los hombres que fueron abusados cuando niños se vuelven ofensores y abusan de otros niños*.
REALIDAD: Es cierto que muchos ofensores fueron abusados pero no todos los abusados se vuelven ofensores, la mayoría no. El porcentaje de niñas que se vuelven ofensoras y abusan de otros niños es todavía mucho menor. En lo particular pienso que si los hombres abusan tiene más que ver con una sociedad que es permisiva para los varones a que ejerzan su sexualidad sin importar las consecuencias, y que generalmente responsabiliza o culpa a la mujer por esos mismos actos, sin importar los contextos en que se den los hechos. Escuché a una mujer decir que el varón adulto dijo que fue provocado por una niña de cuatro años.
11.- MITO: La madre tiene la responsabilidad del abuso por no cumplir su papel de madre y esposa.
REALIDAD: Aun en el caso drástico de que una mujer ofreciera a su hija, no se justifica que el otro la tome. La madre no es la responsable, si el otro no la toca, no hay abuso sexual aunque la madre la ofrezca. El responsable es quien actúa y abusa de los niños.
Ofensor es el que comete el abuso sexual y no se puede culpar a la madre de la irresponsabilidad de su pareja, o de las otras personas, familiares o conocidos.
BASS. E & Davis L.: The courage to heal. Harper Perenial 1992. USA: En español: El coraje de sanar. Editorial Urano. Barcelona
DURRANT, M. & WHITE, Ch: Terapia del abuso sexual. Editorial Gedisa 1993. Barcelona.
GIL E. & Cavanagh Johonson T.: Sexualized children: Assessment and treatment of sexualized children and children who molest. Launch press 1993 USA
*HUNTER M. :Abused boys: The neglected victims of sexual abuse.
Ballentine Books 1990. USA
MANN S.: Deconstructing love in the context of sexual abuse. International Journal of Narrative Therapy and Community Work #3 2004. Dulwich Centre Publications. Australia
RYAN G. and Lane S. Editors: Juvenile Sexual Offending: causes, consequences and correction. Jossey-Bas Publicher 1997, USA
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